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Campaña por la labor de los misioneros de la misericordia en el mundo

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Mil doscientos sacerdotes fueron elegidos por el papa Francisco para ser misioneros de la misericordia por todo el mundo. Para Colombia fueron seleccionados cuatro…

Su labor consiste en que son ellos, únicamente, los que pueden perdonar unos pecados reservados a la Sede Apostólica. Estos pecados son: la profanación de las especies (hostias y vino consagrado) eucarísticas robándolas o guardándolas para algún propósito sacrílego. El uso de la fuerza física o atentado contra el Romano Pontífice. Absolver a una persona de un pecado, en el cual ese mismo sacerdote está involucrado.Y, por último, la violación del secreto de la confesión.

Por lo especial de su ministerio estos sacerdotes tienen permitido viajar constantemente para atender a la mayor cantidad de personas que necesiten esta absolución sacramental. El Papa destacó que todos los misioneros que han sido elegidos para esta misión están llamados a expresar la maternidad de la iglesia, ya que la Iglesia es madre porque genera siempre nuevos hijos en la Fe. La Iglesia es madre porque nutre la Fe. Y la Iglesia es madre también porque ofrece el perdón de Dios, regenerando a una nueva vida, fruto de la conversión.

El Santo Padre también pidió a estos sacerdotes misioneros que “entrando en el confesionario, recordarán que es Cristo quien acoge, es Cristo quien escucha, es Cristo quien perdona y es Cristo quien dona la paz”. Por lo tanto que cualquiera que sea el pecado confesado, cada misionero está llamado a recordar la propia existencia de pecador y a servir humildemente como “canal” de la misericordia de Dios.

Misionero de la diócesis de Soacha

El padre Edwin Jair Durango Sepúlveda, de 34 años, nacido en Bogotá y ordenado como sacerdote hace 4 años, perteneciente a  la diócesis de Soacha, fue designado por el papa Francisco como misionero de la misericordia y enviado a cumplir esta labor desde el pasado 10 de febrero celebración del miércoles de ceniza. El padre Durango es párroco en María Auxiliadora, en el barrio La Veredita, perteneciente a la diócesis urbana del municipio de Soacha, cuyo templo está en proceso de construcción, también es capellán del colegio “Bolívar”, de esa misma diócesis.

El padre Durango hizo un llamado para que desde los púlpitos, las catequesis, los retiros, comunidades, campañas y todos los medios posibles de comunicación se informe a los fieles sobre esta labor que fue encomendada a los sacerdotes misioneros. Que recordemos que “Dios ama al pecador… más no tolera el pecado”. Y que por ende se debe ofrecer siempre la misericordia y el perdón. ¡Un misionero de la misericordia lleva sobre sus propias espaldas al pecador y lo consuela con la fuerza de la compasión y la humildad!